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| Serie P. Nº 32 Jacques Freymond |
A pesar de que una tercera parte de la población mundial vive bajo regímenes llamados socialistas, herederos espirituales, todos ellos, de las doctrinas socialistas primitivas, los orígenes del movimiento son muy mal conocidos. La historia de la Primera Internacional ha suscitado numerosas publicaciones, en el Este y en Occidente, pero la mayoría son tendenciosas, incompletas, puramente polémicas, con poco rigor científico. Sin embargo, el conocimiento de los orígenes del movimiento obrero internacional es indispensable para la comprensión de su ulterior desarrollo.
Las publicaciones anteriores sobre este tema contienen una gran cantidad de información precisa, pero están influenciadas, de raíz, por la postura pro o antimarxista, o pro o antibakuninista de sus autores. Otras son claramente reaccionarias. La mayoría, desconocidas en España. Se necesitaba, pues, una obra de máxima garantía científica que, extrañamente, tampoco había aparecido en Rusia.
La publicación en castellano de la colección de Documentos de la Primera Internacional era necesaria y útil. Estos documentos eran conocidos por una pequeña “elite” de investigadores, con posibilidad de acceso a bibliotecas de Moscú, Londres, Ginebra y Amsterdam. A partir de esta edición castellana, los procesos verbales y comunicaciones de los Congresos y Conferencias de Da Primera Internacional, se hacen accesibles a todos e indispensables para un conocimiento auténtico de la “prehistoria” del socialismo.
La presente obra representa, por tanto, Da mejor y más científica de todas las aparecidas. Publicada bajo la dirección de Jacques Freymond, comprende textos que van de 18 6 4 a 1873. Estos han sido establecidos por Henri Burgelin, Knut Langfeldt y Miklos Molnar y van precedidos por una extensa Introducción de J. Freymond, en la que insiste sobre los elementos constitutivos de la Internacional, las luchas sociales en que tomó parte y el papel capital jugado por Marx.
En este segundo tomo, que comprende los Congresos de Basilea y La Haya y la Conferencia de Londres, asistimos a la continuación de la lucha, el choque y la escisión, que no la terminación, del conflicto entre Marx y Bakunin, entre los seguidores de uno y otro. Dos ideologías, dos formas de lucha y de vida, obrera y general, que continuarían ya en puntos encontrados de la Historia. Sus consecuencias continúan. Pero es difícil entenderlas sin llegar a las fuentes, a sus principios. ¿Qué hubo en todo ello de ideológico y qué de personal? ¿Hubiera sido otro el final de la primera Internacional y no, su muerte lánguida, desarraigada en un continente extraño?
Pero el interés de la documentación que presentamos no estriba ni mucho menos exclusivamente en ser historia ya pasada. Como dice Maurice Dommanget en “ Revue d’histoire économique et sociale”: “Nos encontramos en un momento en que los luchadores de Europa y del mundo andan a la búsqueda de una estructura que los organice. Pero se dan cuenta de que no podrán edificar nada sólido sin el concurso de las fuerzas populares. Al mismo tiempo, en la actualidad, no se puede hablar propiamente de la internacional de los trabajadores, sino más bien de fuerzas dispersas de los trabajadores que, a veces, se sienten extranjeros entre ellos mismos. En esta coyuntura, la documentación que presentamos no sólo tiene un valor histórico sino político y de máxima actualidad”.
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