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| Colección "Se hace camino al andar".Nº 6 Leon Bloy |
Cada ser formado a semejanza del Dios viviente tiene una clientela desconocida, de la cual es, al mismo tiempo, acreedor y deudor. Cuando ese ser sufre, paga la dicha de muchos otros; pero cuando goza en su carne culpable, otros deben asumir necesariamente su pena.
Sin que tú lo sepas, un ejército de esclavos trabaja por ti en las tinieblas, a la manera de esos condenados que cavan la tierra en el fondo de los pozos negros de Bélgica o de Inglaterra.
Del mismo autor, también está publicada La sangre del pobre.
