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| Promoción del pueblo. Nº 101 Miguel A. Santos Guerra |
Miguel Angel Santos Guerra es un pedagogo que ha recorrido peldaño a peldaño la escalera del sistema “educativo” (¿?). Desde la hermosa y diminuta escuela de Grajal de Campos (León) hasta el premio extraordinario de Doctorado en la Universidad Complutense. Luego ha vuelto a subir (¿es “subir” o es “bajar”?) la escalera en la función educadora (los pequeños de palmo y medio en un Colegio de Oviedo, los adolescentes del Instituto de Túy, los actuales universitarios madrileños).
Ahora, este microcosmos del Colegio Ntra. Sra. de la Vega, en el Barrio madrileño del Pilar, con niños de carne y hueso, no de papel, con profesores que sufren y gozan cada día en la tarea, con los mil interrogantes de metas, objetivos y evaluaciones que nunca se definen para siempre.
Educar —según dice— es la tarea más arriesgada, más difícil y más apasionante de la historia del hombre. La más paradójica. En cualquier profesión es mejor especialista el que manipula con más perfección el material. En ésta, sólo podrá llamarse educador el que más libera, él que más ayuda a liberar al educando.
“YO TE EDUCO, TU ME EDUCAS” es un reto personal y social. Es un compromiso de la comunidad educativa. La tarea iniciada en esta experiencia está siempre pendiente, en una concatenación interminable de preguntas y respuestas y preguntas... Ahora por un motivo más: porque los lectores la interpelan sin quererlo, sin saberlo. Quizás directamente. Ojalá.
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