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| Colección "Lee y discute". Serie roja. Nº 30 |
La llamada civilización capitalista, en el normal desenvolmiento de su vida económica, de la cual dependen y derivan todos los materiales humanos, ha creado antagonismo de intereses de clase explotadora, tan fuertes que terminaron imponiendo la guerra, impropiamente denominada europea, ya que en ella participaron naciones de otros continentes.
La organización democrática burguesa de las naciones en lucha, en nombre de una falsa representación nacional, impuso a los pueblos respectivos, y en gran mayoría a millones de proletarios, contra su voluntad, sus intereses y sus sentimientos humanos, cruentos sacrificios, entre ellos el de la propia vida, y el no menos inhumano de sacrificar la de compañeros suyos, explotados por la burguesía de las naciones en cuyo nombre y por cuya imposición luchaban.
Y el poder burgués que obligo a la realización de aquellos actos de barbarie lo hizo no más que ejecutando disposiciones legales, que eran, por los hechos, eficaz dictadura de la clase capitalista y práctica de terror burgués contra los hombres que se negasen a cumplir los deberes que en representación y defensa de los intereses del capitalismo creó la clase dominante.
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