Los años 1917-1921 marcan, particularmente para Alemania pero también para el mundo entero, el fin histórico del movimiento obrero tradicional. Es el fin de una época que había empezado a mitad del siglo XIX.
Son los años de la ruptura. El movimiento obrero empieza a desconfiar de quienes dicen representarle. El proletariado se organiza como clase y se dota de órganos propios de decisión, los consejos obreros y de soldados. Simultáneamente, acepta la presencia, únicamente en función de su fuerza, de aquellos que habían sido hasta entonces la expresión política tradicional de su lucha: los partidos.
En los momentos actuales en que vuelve a ponerse sobre el tapete de la discusión el tema de los Consejos Obreros es conveniente estudiar sus orígenes tal como pretende hacer el presente trabajo.
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