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| Serie D. Nº 1 Bernard Lambert |
Existe el camino de Dios que desciende de las alturas de la Trascendencia y atraca en nuestra orilla terrestre en la humildad desconcertante de Belén. Se hace hombre: es el Cristo.
Existe también el otro camino, el nuestro, lleno de curvas y de dificultades, que se orienta hacia una esperanza cuyo objeto sobrepasa nuestras simples fuerzas naturales, la esperanza de llegar a Dios, de descubrirlo en el hombre, de encontrarlo, como nos encontramos en el camino con un peregrino, un conocido, un hermano de nuestra propia sangre, un maestro de nuestro propio idioma, un libertador que puede hacer todo, un salvador.
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