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| Serie S. Nº 4 Jesús Mauleón |
Jesús Mauleón encierra dentro de su sobria y serena fisonomía toda la empecinada cordialidad del navarro de Arróniz, primitivo vascón, cerca de Andía y Urbasa, repleto de todos los fervores hispanos.
El conoció bien los problemas humanos de la emigración. Desde su alegre y laboriosa vida de estudiante en Munich y desde su capellanía de emigrantes en Duisburg. Como tantos otros vivió -y luego cantó y lloró- la azarosa vida de la emigración: la amistad caldeada en torno al vaso de cerveza, recordando el vaso de vino tinto; la conversación grabada en cinta magnetofónica entre el emigrante y la esposa; el rato de charla con el vecino emigrante siciliano... Y las experiencias límites de la vida -el nacimiento de un hijo de español y de alemana- y de la muerte -el asesinato de un capellán de emigrantes o el suicidio de Antonio Blázquez-.
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