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| Serie P. Nº 15 Andrés Saborit |
De esa injusticia fundamental, la propiedad desigual del suelo, la negación de los derechos naturales de los demás individuos, la desigual distribución de la riqueza, se engendran todos los males que padece la humanidad:
Tantas miradas de hombres que, en medio de la abundancia producida por ellos, padecen hambre y mueren de miseria; que investidos de toda clase de derechos políticos, están condenados a la soldada del esclavo, y a quienes los inventos de la mecánica y de la física no proporcionan ningún alivio; tantos enjambres de holgazanes, viviendo en el lujo, sostenidos con el sudor de los desheredados; la sociedad dividida en dos clases, la del muy rico y la del muy pobre, la de los que siembran y la de los que recogen, la de los que comen sin trabajar y la de los que trabajan sin comer; el vicio, la miseria, la degradación, las llagas sociales, el enflaquecimiento político, tan amenazadoras en medio de los esplendores de la civilización.
JOAQUÍN COSTA
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