![]() | |
|
Proudhon es el testigo del despertar y de la revuelta de las clases populares. Es también un testigo terriblemente parcial, pero con frecuencia perspicaz, del catolicismo de su época; sobre todo, el problema religioso no ha cesado de preocuparle y nunca lo ha considerado resuelto.
Es lo que le distingue de tantos otros. En él se encuentra siempre el atractivo de una crítica de sus propias críticas. Su pensamiento está sometido a un ritmo que le obliga a volver sobre sus propias negaciones, de suerte que él mismo nos invita, por así decir, a aproximarnos a él, tomando partido contra él.