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Colección "Biblioteca Promoción del Pueblo". Nº 7 Varios autores |
El Vaticano II es, en primer lugar, una especie de peregrinación a las fuentes: en lenguaje de la época, podría denominarse un renacimiento, realizado colectivamente, pero para un ahondamiento personal de la fe. Porque el Vaticano II es la exaltación del hombre, de la persona y al mismo tiempo de la colegialidad y del cuerpo místico.
El Vaticano II es un paso esencialmente de fe, desprovisto de oportunismo, pero dado con preocupación por el mundo. Y eso porque el renacimiento era el descubrimiento de un nuevo espíritu misionero; la Iglesia se sentía separada del mundo, y la Iglesia no quería ya dirigir el mundo hacia ella, sino ir al mundo, tomarle como era, para ofrecerle a Cristo.